Red Bull comenzó con un contundente triunfo en Bahréin, sin embargo los estragos de la investigación hacia Christian Horner, director del equipo, parecen no terminar luego de que se revelara un supuesto involucramiento de Jos Verstappen, padre de Max, en las acusaciones por conducta inapropiada contra una empleada.
A inicios de febrero, el diario De Telegraaf publicó que Horner sería sometido a una indagatoria interna, siendo exonerado por la organización al finalizar el mes, sin embargo una fuente anónima filtró conversaciones de WhatsApp a la FIA, F1 y medios de comunicación.
Durante el GP inaugural se dio cita la familia Yoovidhya, dueña del 51 % del equipo, celebrando con los miembros el 1-2 en Sakhir, aunque lo que parecía cosa del pasado se desenterró tras las declaraciones del padre de Max Verstappen.
“Hay tensión aquí mientras él esté en su posición. El equipo está en peligro de romperse. No puede seguir en este camino. Explotará. Juega a ser la víctima, cuándo es él quien causa los problemas”, señaló Jos Verstappen al Daily Mail.
El propio rotativo británico compartió este fin de semana que Horner y Jos Verstappen sostuvieron una discusión en el hospitality de Bahréin ya que Christian cree que él está detrás de las filtraciones.
Jos se reunió con Toto Wolff este fin de semana, alimentando las especulaciones en su contra y levantando las sospechas de una posible llegada de Max a Mercedes luego de que un asiento estará disponible en 2025 por la salida de Lewis Hamilton.