La mañana de este domingo se corrió el GP de Azerbaiyán en la ciudad de Baku, un circuito callejero en el que nunca antes se había repetido un ganador. Los nombres de los ganadores desde 2016 tenía a campeones y grandes pilotos, como Lewis Hamilton, Daniel Ricciardo, Max Verstappen y hasta el mismo Checo Pérez, pero esta mañana se cambió la historia y el primero en repetir, fue el piloto mexicano.
Con una carrera de muy pocas emociones en la que Pérez arrancó desde la segunda fila en tercer lugar, Verstappen en segundo lugar y Leclerc en pole position, los lugares se cambiaron después de unas cuantas vueltas cuando ambos pilotos de Red Bull lograron adelantar a la Ferrari del monegasco con Max tomando el primer lugar en la carrera y el Checo acercándose en cada giro.
Fue entonces cuando el equipo decidió llamar a boxes a Verstappen, vuelta en la que Nick De Vries decidió que era buena idea romper la suspensión delantera de su auto y causar un safety car, el cual beneficiaría a Pérez y Leclerc, quienes pararon en pits y lograron quedar por delante del neerlandés, al reinicio de la carrera, el campeón del mundo logró rebasar al piloto de Ferrari pero nunca pudo alcanzar a Checo, dejando los lugares con el mexicano en primero, Max en segundo y Leclerc en tercero.
De esta manera, Checo logra acercarse, con los 33 puntos ganados este fin de semana, a Max Verstappen en la Clasificación de Pilotos quedando abajo por tan solo 6 puntos. En cuanto a la Clasificación de Constructores, Red Bull logró llegar a 180 puntos siendo tan solo la cuarta carrera del año. Ahora la próxima semana nos dejará ver una gran pelea por el primer lugar del campeonato en el Circuito de Miami.
